No sé si esto lo he dicho antes, pero por si no lo saben, tengo un complicado fetiche por las canciones que incluyen 'la la las'. Estoy seguro de que una de las primeras canciones que pude haber oído en la radio con un 'la la la' es Qué Tiempo Tan Feliz de Mary Hopkin, y sin saberlo, quizá fue mi primer contacto Beatle en materia musical.
Mi mamita era dueña de un supermercado muy grande en los días en que tener tienda daba para vivir, yo todavía no entraba al colegio y en los recuerdos borrosos de esos días me veo corriendo en un triciclo por todo el lugar, gritando a los cuatro vientos que soy Lucho Herrera y estrellándome en los grandes traseros de las señoras que compraban sus víveres. A mi madre le gustaba sintonizar toda clase de cosas, y Mary Hopkin siempre sonaba, yo no sabía cómo se llamaba la artista y para esos días dudo mucho que me interesara. Sólo sabía que me gustaba y eso era suficiente, de eso se trata la niñez. Y me sigue gustando, y ahora mucho más. Y la oigo en inglés, escudriño en la historia, y pienso que las canciones se la pasan así por el mundo. Sonando en un lado y en otro. Colmando de historias a muchos, haciendo la vida de algunos y envejeciendo a otros. Cuarenta años cumple esta canción desde que fue lanzada como el primer sencillo de la - para esos días - naciente Apple Records, empresa dedicada a promover artes y artistas de la mano de The Beatles. Hopkin fue la elegida para representar esa primera oleada de artistas y lanzó esta canción, en varios idiomas. También dice la historia que fue basada en una vieja canción de origen ruso, pero en esas minucias no me interesa entrar ahora. Hay una versión de Sandy Shaw, pero no es tan buena. La versión en inglés se llama Those Were The Days; la versión en español Qué Tiempo Tan Feliz. No sé quién hizo esa traducción tan horrible pero no importa, lo curioso es que sí: qué tiempo tan feliz, que nunca olvidaré, y la canción alegre del ayer...
Mi mamita era dueña de un supermercado muy grande en los días en que tener tienda daba para vivir, yo todavía no entraba al colegio y en los recuerdos borrosos de esos días me veo corriendo en un triciclo por todo el lugar, gritando a los cuatro vientos que soy Lucho Herrera y estrellándome en los grandes traseros de las señoras que compraban sus víveres. A mi madre le gustaba sintonizar toda clase de cosas, y Mary Hopkin siempre sonaba, yo no sabía cómo se llamaba la artista y para esos días dudo mucho que me interesara. Sólo sabía que me gustaba y eso era suficiente, de eso se trata la niñez. Y me sigue gustando, y ahora mucho más. Y la oigo en inglés, escudriño en la historia, y pienso que las canciones se la pasan así por el mundo. Sonando en un lado y en otro. Colmando de historias a muchos, haciendo la vida de algunos y envejeciendo a otros. Cuarenta años cumple esta canción desde que fue lanzada como el primer sencillo de la - para esos días - naciente Apple Records, empresa dedicada a promover artes y artistas de la mano de The Beatles. Hopkin fue la elegida para representar esa primera oleada de artistas y lanzó esta canción, en varios idiomas. También dice la historia que fue basada en una vieja canción de origen ruso, pero en esas minucias no me interesa entrar ahora. Hay una versión de Sandy Shaw, pero no es tan buena. La versión en inglés se llama Those Were The Days; la versión en español Qué Tiempo Tan Feliz. No sé quién hizo esa traducción tan horrible pero no importa, lo curioso es que sí: qué tiempo tan feliz, que nunca olvidaré, y la canción alegre del ayer...
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