de sietes: ABBA - Arrival (1977)

Contrario a lo que se podría pensar, no conocí a ABBA por las emisoras de baladas románticas (despectivamente llamada Música para Planchar). Ni por mis padres, tíos o primos mayores. Ni mucho menos cuando desde hace unos años la mencionada música para planchar se volvió cool y empezó a sonar en fiestas estilo Fan Fatal - Dios me libre. Conocí a ABBA por medio del popular canal de música MCM. Y ahora recuerdo muy bien que había algo curioso con la transmisión de dicho canal de televisión. El canal era transmitido desde Europa, y con eso de la diferencia horaria era posible ver los videos de cierto contenido sexual en las horas de la tarde en Bogotá; algo en extremo importante para un púber que por esos días hacía de la televisión una mano amiga. Aunque a la luz del día, cualquiera de esos videos parece una ronda infantil al ser comparado con alguno de los que hoy el mundo tiene la fortuna de ver. Eso sin hablar de los contenidos líricos, las letras de aquellas canciones parecen villancicos si se ponen en paralelo con alguna letra de los días en los que vivimos. Atrás y muy lejos quedaron aquellos tiempos en los que se hacía de la lírica y la imagen una herramienta para la delicada insinuación. Y no estoy siendo moralista ni nada por el estilo, soy uno de los menos indicados para serlo, pero sí creo que las cosas se tienen que hacer con un mínimo de decoro, dignidad y encanto. La vulgaridad y la ramplonería que se respira en estos días nos invade, se mete en nuestros poros y nos convierte en una subespecie animal de poca monta. Luego de ver cosas como el reggeaton, la porno-cumbia y el tropipop, que venga el señor - o cualquiera cura - y nos coja confesados.

Y sí, eso de la vulgaridad no tiene nada que ver con el post. En qué iba... ah sí, el caso fue que el canal emitió en varias ocasiones especiales dedicados a ABBA. Era muy joven por esos días como ya lo dije, cuando escuché por primera vez Dancing Queen mi inglés era muy pobre - tan solo un tanto más de lo que es ahora - y pensaba que la canción traía algún tipo de drama consigo. Ese coro de You can dance, you can jive, having the time of your life / see that girl, watch that scene, dig in the dancing queen es tan puramente dramático que cualquier película de suspenso quisiera usarlo. Aún me sigue confundiendo ese coro y a veces creo que se trata de alguna sátira, pero no creo que los ABBA fueran muy avezados con el asunto del humor, aunque pensándolo bien, una letra como la de Money, Money, Money puede estar en el punto máximo de la ironía, pues no imagino a los ABBA contando los centavos para pagar un recibo del teléfono.

Hoy en día para mí sigue siendo un placer escuchar a ABBA, sus discos son un buen espacio para saber cómo interpretar y componer excelentes canciones. ABBA fue la simplificación de todo lo que se veía y comía en los setentas, una simplificación casi llevada al ridículo, pero efectiva. Un Glamour muy artificial, letras pegajosas y yo diría pegachentas, teclados y orquestaciones subutilizadas, coros operáticos de juguete pero suficientes para crear un buen número de canciones famosas. ABBA supo hacer las cosas. Se convirtieron en una máquina de hacer éxitos populares, de esos que mueven masas y generan fanatismos hasta las lagrimas. Algo parecido a lo que hicieron The Beatles en sus días, con una diferencia: el cuarteto de Liverpool se movió en la mitad de su carrera hacia un público mucho más sofisticado y refinado, y prácticamente dieron forma a un sinnúmero de géneros que aún se escuchan hoy en día. Mientras que los ABBA se sentían tan cómodos con todo que lo eran y estaban produciendo que no sentían la necesidad de cambio, y así siguieron hasta el final de sus días como banda pop.

Por saber hacer las cosas, por hacerlas bien, por ser sinceros y además componer un buena cantidad de éxitos pop, es que ABBA tiene un lugar muy bien ganado en la historia de la música popular y no en menor medida, en este blog.

abba - arrival(1977)