Clinic - Do It!

No sé si este sea el peor o el mejor álbum de Clinic, pero luego de escucharlo más de 7 veces seguidas creo que se acerca mucho a la segunda opción. El primer sencillo de este disco, Free Not Free, lanzado a comienzos del presente mes, da un buen avance de lo que este nuevo disco se trae entre pecho y espalda. Para este trabajo parece que el sonido básico de Clinic está cubierto por un manta sedosa de diferentes tonalidades. A ese sonido crudo, a veces ruidoso y oscuro, de inteligentes cambios, también se le suma otros elementos no tan evidentes en las entregas anteriores de esta banda de Liverpool. La voz de Ade Blackburn es mucho más acida, las guitarras mantienen su distorsión, pero esta vez se intercalan con momentos de apacible, casi imperturbable sonoridad.

La bienvenida al disco la hace una gran canción, Memories, un riff de guitarra grueso y arriesgado, que parece una versión a lo Clinic del comienzo de Interstellar Overdrive de Pink Floyd, seguido de momentos de solemne tranquilidad con un ondeante órgano de fondo. Es la canción perfecta para marcar un cambio, y sirve también para demostrar como Visitations (2006) fue un álbum de transición. En Tomorrow vemos a la banda en un ejercicio en el que pocas veces se le ha visto, una guitarra acústica de delicados y a su vez fuertes movimientos, al estilo John Fahey. Canción que contrasta con The Witch, donde los visos post-punk no se hacen esperar. Los sonidos menos viscerales y más coloridos, a veces etéreos, corren por cuenta de Free Not Free y Emotions, dos ejemplos claros del cambio que tuvo la banda para este nuevo álbum.

Shopping Bag saca a flote el sonido de garaje que tanto gusta a Clinic, pero esta vez, este sonido no se conforma con las cuerdas y las percusiones, hay otros ingredientes y sonidos que crean un muro de sonido muy interesante. High Coin y Winged Whell son lo más parecido al sonido de los primeros discos, rasgos del Walking With Thee se pueden escuchar en este par de canciones. Mary and Eddie, es de nuevo otro experimento acústico, de delicados acordes y de una estructura que crece a medida que avanza, adicionando distorsiones y una punzante guitarra eléctrica. Todas estas cosas se juntan para hacer uno de los discos más ricos y nutridos en sonidos que haya hecho Clinic en su carrera. La última canción del disco no podría tener otro nombre, Coda. Una pieza cadenciosa a ritmo de valse que se mueve por todo el lugar, marcando, como lo dice su letra, una celebración. Y hay mucho por qué celebrar, Clinic vuelve, y vuelve para quedarse en nuestra memoria.