No les pasa a ustedes que comienzan a escuchar una canción y sin saber cómo empiezan a sentir una especie de rara conexión con la misma. Seguro que sí. A mí me ha pasado muchas veces. Me paso con I Am The Walrus de The Beatles, con Slow Graffiti de Belle & Sebastian, con '39 de Queen, con You're so Great de Blur, con A Most Peculiar Man de Simon & Garfunkel, y recientemente con Daisy Click Clack de Stereolab.
No me refiero a ese gusto por canciones que con el tiempo se acentúa. No. Hablo de esa extraña conexión que aparece en el mismo instante de empezar a escuchar una canción, y que siempre aparecerá cuando uno vuelve a oírla. Una de las primeras canciones con las que recuerdo haber sentido eso fue con You Know My Name (Look Up The Number) de The Beatles. Una canción que siempre ha generado curiosidad, no sólo por su única frase que se repite en forma de mantra durante toda la canción, sino también por la variedad de estilos y ritmos por los que la canción se mueve.
Fue grabada en 1967 pero sólo publicada como lado B en 1969, en una versión editada de 4 minutos que difiere un tanto de la de 6 minutos 20 segundos que originalmente grabaron The Beatles. Se trata de prácticamente cinco diferentes canciones dentro de una, todas con la misma letra y el mismo sentido del absurdo.
El comienzo de la canción es excelente, con un suspenso muy bien creado durante los primeros cinco segundos, y una línea de bajo y batería perfectamente acoplados hasta cuando entra la voz, un coro muy recio que empieza con la letanía: you know my name, look up the number. Un piano acompaña esta primera parte muy convencional en el estilo de The Beatles, hasta el minuto 1:05, que es cuando viene una de las secciones más interesantes de la canción, acá aparece The Beatles haciendo ska del más crudo y directo. (¿Qué si The Beatles sabían que estaban haciendo ska? No se sabe, ¿Qué si fue algo intencional? Tampoco se sabe). En la tercera parte, la cual aparece alrededor del minuto 2:17, Lennon introduce a un tal Denis O'Bell, quien no es otro más que el mismo Paul McCartney, el cual continúa con la canción en formato Jazz, con una voz que parece parodiar a los cantantes de la década del cincuenta. La cuarta sección de la canción es la más extraña y menos convencional de todas, aparece en el minuto 3:45, es una mezcla de sonidos y voces en un juego casi infantil, que bien podría ser la banda sonora de la locura: una misma frase repitiéndose en voces muy cómicas y efectos poco comunes. La quinta y última parte de la canción, minuto 4:57, de nuevo trae cosas en formato Jazz, pero esta vez asemejado al sonido de cabaret y club nocturno, con John simulando los diálogos de los borrachos y un magistral solo de saxofón a cargo de Brian Jones, el difunto Rolling Stone.
Para algunos es una de las peores canciones del cuarteto, para mí es simplemente una de las canciones más brillantes de la banda, y definitivamente un momento único en la historia de The Beatles.
No me refiero a ese gusto por canciones que con el tiempo se acentúa. No. Hablo de esa extraña conexión que aparece en el mismo instante de empezar a escuchar una canción, y que siempre aparecerá cuando uno vuelve a oírla. Una de las primeras canciones con las que recuerdo haber sentido eso fue con You Know My Name (Look Up The Number) de The Beatles. Una canción que siempre ha generado curiosidad, no sólo por su única frase que se repite en forma de mantra durante toda la canción, sino también por la variedad de estilos y ritmos por los que la canción se mueve.
Fue grabada en 1967 pero sólo publicada como lado B en 1969, en una versión editada de 4 minutos que difiere un tanto de la de 6 minutos 20 segundos que originalmente grabaron The Beatles. Se trata de prácticamente cinco diferentes canciones dentro de una, todas con la misma letra y el mismo sentido del absurdo.
El comienzo de la canción es excelente, con un suspenso muy bien creado durante los primeros cinco segundos, y una línea de bajo y batería perfectamente acoplados hasta cuando entra la voz, un coro muy recio que empieza con la letanía: you know my name, look up the number. Un piano acompaña esta primera parte muy convencional en el estilo de The Beatles, hasta el minuto 1:05, que es cuando viene una de las secciones más interesantes de la canción, acá aparece The Beatles haciendo ska del más crudo y directo. (¿Qué si The Beatles sabían que estaban haciendo ska? No se sabe, ¿Qué si fue algo intencional? Tampoco se sabe). En la tercera parte, la cual aparece alrededor del minuto 2:17, Lennon introduce a un tal Denis O'Bell, quien no es otro más que el mismo Paul McCartney, el cual continúa con la canción en formato Jazz, con una voz que parece parodiar a los cantantes de la década del cincuenta. La cuarta sección de la canción es la más extraña y menos convencional de todas, aparece en el minuto 3:45, es una mezcla de sonidos y voces en un juego casi infantil, que bien podría ser la banda sonora de la locura: una misma frase repitiéndose en voces muy cómicas y efectos poco comunes. La quinta y última parte de la canción, minuto 4:57, de nuevo trae cosas en formato Jazz, pero esta vez asemejado al sonido de cabaret y club nocturno, con John simulando los diálogos de los borrachos y un magistral solo de saxofón a cargo de Brian Jones, el difunto Rolling Stone.
Para algunos es una de las peores canciones del cuarteto, para mí es simplemente una de las canciones más brillantes de la banda, y definitivamente un momento único en la historia de The Beatles.
1 comments:
No se de donde recuerdo esta canción. Bueno, tienes razón, es medio ska XD, quien lo hubiera imaginado. Y no creo que sea de las peores canciones, tantos estilos comprimidos en 6:12 min.
Por cierto, chevere blog, primera vez que paso por aqui. Si no te molesta lo enlazare al mío, see ya!
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