Elbow - The Seldom Seen Kid

Si algún día me pidieran decir algo malo de Elbow, no solamente respondería que soy la persona menos indicada para contestar algo así, sino que también intentaría persuadir a mi interlocutor de todo lo contrario. No podría decir nada malo de una banda que literalmente se ha hecho a pulso para lograr moldear un sonido que los hace únicos. Un grupo que en todo momento ha estado en su propia isla, apartados y lejos de las vanidades del mundo de sus contemporáneos, y sin embargo, mantienen una fuerte coherencia y una refinada claridad en todas las cosas que hacen. Pocas bandas de hoy en día pueden decir eso, pocos grupos pueden levantar la frente y respirar profundo ese aire lleno de orgullo que una banda como Elbow tiene derecho a respirar.

Estos personajes de Manchester nos regalan en este 2008 una verdadera obra de la buena música. La voz de Guy Garvey es la mejor que ha tenido en toda su carrera, la producción de este disco es absolutamente magistral y los músicos demuestran una dedicación incansable por su trabajo. Las canciones de Elbow siempre están en un punto intermedio entre el himno a cantar con voz henchida y todos esos pequeños detalles que requieren ser oídos con la mayor precaución y cabeza fría para no perder el sentido de la belleza. The Seldom Seen Kid tiene la fortuna de lograr que ese punto intermedio sea más inmediato, más fácil de alcanzar y de tener toda su grandeza de primera mano.

El álbum empieza con una canción muy bonita, Starlings, llena de emociones, de una percusión que va al ritmo de la respiración y unos sutiles arreglos que crecen y se suspenden en el aire sin mayor complicación, muy al estilo de los primeros discos de Elbow, pero menos etéreo y más aterrizado. Bones of You le da paso a la intensidad que va estar presente en el resto del disco. Mientras que Grounds for Divorce, el primer sencillo, nos trae a una banda muy seria, madura, que es capaz de cantarnos con un whiskey en la mano mirándonos directamente a los ojos, con fuerza, confianza y seguridad.

Impresionante la grandilocuencia con la que empieza una canción como Loneliness Of A Tower Crane Driver, para internarnos en uno de esos viajes por ambientes, cuevas, pasajes desconocidos de sonidos, ecos e intensidad, lo que logra Guy Garvey y su banda en el minuto 3.44 de la canción no tiene precio ni comparación. En Fix tenemos a Elbow con una canción al estilo Tindersticks, piezas que logran mantener pequeños dramas y pasiones con infalibles coros y golpes de piano. One Day Like This es uno de esos jugueteos con una orquestación que crece, hace pausas, da vueltas, todo con una fuerte carga de optimismo mientras se acerca al final del álbum. Porque el final de álbum es todo lo contrario, una íntima y delicada canción homenaje a un gran amigo de la banda, Bryan Glancy. Si usted gusta de esos discos llenos de detalles, sin exagerar los lugares comunes, sonidos efectivos que nunca pierden calidad, y al contrario, ganan mucho a medida que se escuchan. Este es el disco para usted

Elbow ha llegado a un punto difícil de lograr y manejar para una banda cualquiera, la madurez, punto que ha detenido muchos procesos en materia de historia musical, para recordar unos muy recientes, el britpop, el sonido Madchester, el por estos días desempolvado Trip-Hop, el new-wave, el grunge, etc, etc; punto en el cual supieron retirarse muchos de la oleada original de indies de los noventas con Pavement a la cabeza (por cierto, ya vieron ese festival que se llevará a cabo en la ciudad de Nueva York con un núcleo importante de bandas noventeras, nostálgico sí es, pero me pregunto, ¿Será que a los indie-kids de hoy en día les interesará? En fin), hablando de la madurez de las bandas, va a ser muy interesante ver a muchos de los indies de hoy en día en esas, los que superan esa barrera de una forma decorosa y digna ya han ganado mucho, y digo digna porque hay grupos que al llegar a su etapa madura terminan diluyéndose de una forma muy complicada (ej. Blur), se pierden o simplemente se repiten tratando de hacer una forzosa cita con glorias pasadas. Este 2008 nos ha traído tremendas muestras de lo que una banda tiene que asumir al llegar a su edad adulta. Elbow ha tenido que recorrer un largo y difícil camino para ser lo que es hoy en día, la critica nunca estuvo de su lado y la popularidad mucho menos. Algunos dicen que este es probablemente el último disco de Elbow, ojalá no sea así, y si lo es, no importa, ya dejaron una marca imborrable en las mentes de muchos. A veces siento que Elbow ha estado todo este tiempo preparándonos para el día en que se consagre a Newborn, su gran canción, en la obra maestra que tiene que ser. Este álbum pone a la banda, una vez más, a disposición del mundo, pero parece que el mundo es muy pequeño y limitado para lo que una agrupación como Elbow es. Como Elbow no hay dos.

2 comments:

N.Santamaría dijo...

Interesantes estos manes.
En algunos varios segundos me sonaron como parecido a Peter Gabriel.

Mr. Mustard dijo...

n. santamaria: Claro, sobretodo la voz de Garvey, y los primeros discos de Elbow tienen mucha mas influencia de Peter Gabriel y de bandas como Talk Talk.