Una de las tantas razones por la que Pet Sounds es tan brillante y magistral es porque ninguno de los Beach Boys (exceptuando a Brian Wilson) ejecuta instrumento alguno en él, solamente cantan. No nos digamos mentiras, los Beach Boys quitando a Brian Wilson del baile no eran unos músicos muy avezados, tenían unas hermosas armonías vocales pero nada más. Y Brian Wilson sabía eso, por eso en algún viaje (Brian con el LSD y los demás en una gira en Japón) decidió plasmar todas sus ideas con músicos de sesión y una orquesta de respaldo en un estudio en Los Angeles, dejando los espacios exactos donde tenían que llegar los restantes Beach Boys a poner sus voces. Y tenía que ser así, nadie iba a dejar a Brian Wilson grabar semejante experimento, prueba de ello fueron los problemas que tuvo Pet Sounds para su salida al mercado una vez el disco estaba listo para ser publicado.
Más o menos la historia fue así, Brian Wilson quedó absolutamente encantando con el sonido del Rubber Soul de The Beatles, y la paranoia era tal por esos días por parte de los músicos gringos hacia los británicos, pues buena parte del mercado venía siendo devorado por la invasión de la islas, que Brian Wilson decidió hacer el mejor disco de la historia del pop, y lo hizo, literalmente; no sólo movido por esa paranoia sino también por el extraño ser que habitaba dentro de Brian, una persona mentalmente excéntrica con graves problemas psiquiátricos. Alguien normal nunca hubiera podido lograr un álbum como Pet Sounds. Creyó su propia verdad, fue obstinado en su empresa como todos los grandes genios de la historia, y lo logró.
Para llevar acabo su plan echó mano de dos de sus mejores amigos para componer las letras, Mike Love y Tony Asher. Luego de eso, se encerró en un estudio de grabación por más de tres meses para dirigir cada nota y producir cada uno de los arreglos presentes en Pet Sounds. Grabó la misma canción de diferentes formas, cambiaba palabras en las letras, probaba diferentes juegos de voces, y tuvo que hacer cambios que al confrontarlos con el ego de Brian tuvieron que ser muy difíciles para él, ejemplo de ello, la posible mejor canción de la historia del pop, God Only Knows. Todo estaba dispuesto para que la voz líder la llevara Brian Wilson, pero finalmente la decisión se inclinó por su hermano Carl, resultando en lo que todos conocemos hoy en día. Una de las canciones más populares y alabadas de la banda, una canción que es a la melodía lo que las leyes de Newton a la física, y que de dónde saque esa metáfora tan rara, sólo Dios lo sabe. (La versión con Brian Wilson en la voz líder aparece en esa espectacular caja de 4 discos llamada The Pet Sounds Sessions).
Más o menos la historia fue así, Brian Wilson quedó absolutamente encantando con el sonido del Rubber Soul de The Beatles, y la paranoia era tal por esos días por parte de los músicos gringos hacia los británicos, pues buena parte del mercado venía siendo devorado por la invasión de la islas, que Brian Wilson decidió hacer el mejor disco de la historia del pop, y lo hizo, literalmente; no sólo movido por esa paranoia sino también por el extraño ser que habitaba dentro de Brian, una persona mentalmente excéntrica con graves problemas psiquiátricos. Alguien normal nunca hubiera podido lograr un álbum como Pet Sounds. Creyó su propia verdad, fue obstinado en su empresa como todos los grandes genios de la historia, y lo logró.
Para llevar acabo su plan echó mano de dos de sus mejores amigos para componer las letras, Mike Love y Tony Asher. Luego de eso, se encerró en un estudio de grabación por más de tres meses para dirigir cada nota y producir cada uno de los arreglos presentes en Pet Sounds. Grabó la misma canción de diferentes formas, cambiaba palabras en las letras, probaba diferentes juegos de voces, y tuvo que hacer cambios que al confrontarlos con el ego de Brian tuvieron que ser muy difíciles para él, ejemplo de ello, la posible mejor canción de la historia del pop, God Only Knows. Todo estaba dispuesto para que la voz líder la llevara Brian Wilson, pero finalmente la decisión se inclinó por su hermano Carl, resultando en lo que todos conocemos hoy en día. Una de las canciones más populares y alabadas de la banda, una canción que es a la melodía lo que las leyes de Newton a la física, y que de dónde saque esa metáfora tan rara, sólo Dios lo sabe. (La versión con Brian Wilson en la voz líder aparece en esa espectacular caja de 4 discos llamada The Pet Sounds Sessions).
2 comments:
Yo necesito un seminario de profundización en este señor, porque aun no logro asimilar su alabada grandeza -aunque no se si le dedique tiempo-. Es un buen resumen el tuyo.
No es necesario un seminario de profundizacion. A mi me logro encantar con Pet Sounds y Smile. Para mi eso es suficiente, conformista que soy.
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