Tenemos que tener claras las diferencias entres los verdaderos fans de Radiohead y aquellos que tan solo idolatran a Yorke, Greenwood y sus ególatras personalidades. Esto para no olvidar que si hay que hablar de una banda que realmente nos trajo alegrías con sus tristezas, esa fue Radiohead. Los noventas hubieran sido menos sin Radiohead, lógicamente, tampoco tenemos que dejar de lado lo que realmente importa y es la música, pues Radiohead ya pasó hace mucho a ese lugar que solo los dioses merecen. Se viene Yorke con algo que muy seguramente venía tratando de hacer de tiempo atrás, con una campaña de promoción, expectativa, logos y demás cosas de muñequitos a las que nos tienen acostumbrados los de Oxford, salió por fin al mercado el disco de Thom Yorke -que por cierto estaba en Internet desde hacía ya mas de un mes y medio-, un buen disco que no impresiona para nada y que siendo honestos es lo que muchos esperábamos, música Electro-Laptop-Pop con indiscutibles letras Yorke. Escuchar la voz de Thom y todo lo que puede hacer con ella siempre es una experiencia única y aquí lo demuestra muy bien, varios destellos de luz brillante salpicados de canciones que de inmediato recuerdan cosas como 'I Migth Be Wrong', caracterizan partes de este disco, Analyze y The Eraser son sin duda mis favoritas, y escuchar el disco completo varias veces puede llegar a hacer pensar que finalmente es un disco plano, claustrofóbico y por tanto sin mayores lugares a los que ir. Si le llega a pasar eso último que dije es porque realmente así es, entonces no lo dude más y salga a comprar el Bodysong de Greenwood.
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